El arte de plantar en un muro de piedra

Por su método de construcción, la pared de piedra también se denomina "muro de piedra natural", ya que está compuesta exclusivamente por piedras naturales que se apilan una sobre otra sin necesidad de mortero.

Para darle vida a los monótonos bloques de la pared, puedes adornarlos con coloridas plantas perennes y hierbas aromáticas amigables para las abejas. Durante la construcción de la pared, es ideal rellenar las juntas verticales entre las capas de piedra con una mezcla de substrato bajo en nutrientes y gránulos de piedra pómez. Planta las especies vegetales elegidas lo más profundamente posible en las grietas de la pared y luego rellena con otra capa de sustrato. Esto garantizará un agarre seguro para tus plantas y les proporcionará la ventaja de arraigarse de manera más estable.  

Como alternativa, puedes dejar algunos espacios en las juntas de tu muro de piedra durante su construcción, con el propósito de plantar más adelante. el momento perfecto para llevar a cabo esa tarea es durante la primavera, ya que da inicio a la temporada floreciente.

Con sus flores violetas fragantes, la lavanda es una de las plantas más populares en el jardín mediterráneo. Esta planta perenne, que adora el sol, prospera especialmente bien bajo las condiciones secas de un muro de piedra. Las piedras del muro, calentadas por el sol durante el día, proporcionan el calor necesario a la lavanda durante la noche.

El aster alpino, miembro de la amplia familia de las asteráceas, no se queda atrás en comparación con sus parientes más populares, gracias a sus hermosas flores violetas. Originario de soleados riscos y laderas en Europa central, el aster alpino prospera maravillosamente en suelos escasos y calcáreos, haciéndolo ideal para plantarlo en tu muro seco. Estas encantadoras plantas perennes ofrecen un espectáculo floral desde agosto hasta octubre. Además, incluso en invierno, no tendrás que preocuparte por esta resistente planta ornamental, ya que se adapta bien incluso a las temperaturas más frías.

La levisia originaria de California y conocida por sus flores coloridas, está perfectamente adaptada a suelos rocosos y con pocos nutrientes. Esta planta, popular en muros de piedra, aporta color a tu jardín hasta finales del verano. Sus llamativas flores rosadas, blancas y amarillas combinan armoniosamente con el tono violeta de la lavanda y el blanco puro del carraspique.

La hierba callera pertenece a las crasuláceas y crece en forma de mata hasta una altura de 70 centímetros. Te brinda bonitas flores desde julio hasta el otoño, en tonos que van desde el blanco y rosa hasta rojos oscuros. Esta planta, que forma una especie de alfombra, prefiere crecer en suelos arenosos y secos, por lo que es ideal para plantar en tu muro de piedra. Además, muchas variedades son una fuente de alimento apreciada por las abejas y otros insectos beneficiosos, como la siempreviva híbrida y la hierba callera blanca o púrpura, que florecen abundantemente.

Una opción maravillosa para embellecer un jardín de rocas o un muro seco es el flox musgoso. Durante su época de floración, que va de abril a junio, esta encantadora planta despliega alfombras de flores que van desde el blanco hasta el violeta. Se extiende con gracia tanto en las grietas del muro como en su cima, transformando rápidamente el área en un vibrante paraíso floral. Además, este resistente cubresuelos es fácil de cuidar, simplemente requiere un lugar soleado para prosperar.

El sauzgatillo es conocido por sus propiedades medicinales, especialmente por su capacidad para regular el equilibrio hormonal. Además de sus beneficios terapéuticos, este arbusto puede alcanzar una altura de hasta cuatro metros y embellece tu jardín con sus flores azul-violeta.  Hasta octubre, podrás disfrutar de los vibrantes colores de esta planta de floración tardía. Para un óptimo crecimiento en un muro, el sauzgatillo prefiere un lugar cálido y protegido del viento.

El carraspique, con sus encantadoras flores blancas, se convierte en una opción imprescindible para diseñar tu muro. Esta planta perenne resistente es ideal para situar en la parte superior expuesta del muro. Al combinarla con otras plantas tapizantes como la hierba callera, el carraspique ofrece un atractivo visual que embellecerá tu espacio exterior. Cuando la plantes, asegúrate de dejar suficiente espacio, ya que tiende a expandirse generosamente.

La planta tapizante, que florece de mayo a julio, muestra una variedad de pétalos blancos, violetas o rosados, dependiendo de la especie. Sus hermosas flores evocan la imagen de delicadas huellas de gato, de donde proviene su nombre. Además, esta planta está bien adaptada para resistir el calor intenso y la sequedad, lo que la hace perfecta para ser plantada en la corona de tu muro. Allí, forma una encantadora alfombra floral que puede alcanzar hasta 30 centímetros de ancho.

El curry también se adapta muy bien a las condiciones de tu muro. Este arbusto, de crecimiento exuberante, desprende un aroma a curry notablemente intenso y destaca con sus hojas plateadas en el jardín. Al igual que su vecino mediterráneo, la lavanda, esta hierba aromática también disfruta del agradable calor que ofrecen las piedras del muro y prefiere un lugar bien soleado y protegido del viento.

La planta perenne del género Rhodiola es bien conocida por sus propiedades medicinales. Sin embargo, sus encantadoras flores amarillas, con su sutil fragancia a rosas, añaden un toque visual encantador a sus cualidades medicinales. Originaria del Círculo Polar Ártico, esta planta necesita un suelo bien drenado para que pueda desarrollar su robusta raíz principal. Debido a su sistema de raíces altamente desarrollado, puede adaptarse fácilmente a temperaturas extremadamente frías y a lugares secos. Por estas cualidades, es la elección ideal para cualquier ubicación en tu muro.

Con el popular tomillo rastrero, tu muro de piedra lucirá un tapiz de plantas exuberantes y vibrantes. Este cubresuelos, que inicia su floración en mayo, despliega una amplia paleta de colores, que van desde tonos rosados hasta rojos oscuros, brindando un espectáculo encantador tanto para nosotros como para los polinizadores durante esta temporada. Ya sea para cubrir la parte superior del muro o para rellenar los espacios entre las piedras, esta planta resistente al calor y de bajo mantenimiento es una elección versátil y fiable para darle vida a tu muro.