Áfido verde de la pícea

Los áfidos verdes de la pícea prefieren los árboles debilitados por el anegamiento, así como por los suelos sumamente secos y pobres. Los lugares protegidos del viento también favorecen la infestación. Debido a que el áfido verde de la pícea es lucífugo, la infestación se desarrolla del interior al exterior y de abajo hacia arriba. Los grandes pulgones verdes de ojos rojos y de aproximadamente 2 mm de tamaño chupan las agujas de los abetos sin prácticamente dejar ligamaza sobre estas ni las ramas. Las agujas próximas al tronco simplemente se tornan amarillas y caen. En caso de infestación importante, las ramas comienzan a perder sus hojas de la parte interior y se secan. Posteriormente, las ramas y las agujas se deforman. En ciertas condiciones, el árbol incluso puede morir.
Los insectos adultos sobreviven cuando el invierno es poco riguroso. Cuando el tiempo atmosférico es frío, se evidencian huevos negros sobre los árboles que anuncian la inminente eclosión de la que surgirá la futura generación la primavera siguiente. Por lo tanto, la infestación es mucho más grave una primavera que sigue a un invierno poco riguroso.

En otoño y a principios de primavera, es necesario inspeccionar regularmente las plantas amenazadas dándoles golpecitos. Pasa una hoja de papel blanco por debajo de las ramas interiores del árbol. Los pulgones caen fácilmente a golpetear las ramas. Es imperativo iniciar el tratamiento si se recogen más de 5 pulgones verdes sobre el papel.