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Características

La pera

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Cuidados

Riego:
poco
Luz:
Sol
Esfuerzo de cuidado:
Medio

Periodo de cosecha

Características

Donde plantar:
Parterres, macizos, jardines
Altura planta:
2 a 8 m
Color de la flor:
blanco

Plantar adecuadamente

Cultivo de los perales

Espacio destinado a su cultivo:

Los perales (género Pyrus), como se denominan unas 25 o 30 especies, pertenecen a la familia Rosaceae. Su origen no se conoce a ciencia cierta, pero se supone que son autóctonos de Asia. Por su naturaleza, los perales requieren un clima cálido y un suelo rico en nutrientes, profundo, aireado y permeable. No es resistente al anegamiento, lo que no significa que no se deba regar regularmente. Un emplazamiento protegido y expuesto al sur favorece tanto el desarrollo de los frutos como el crecimiento del árbol. El aroma de las peras se degradará si el peral se encuentra en lugar demasiado frío.

Colocación de las plantas:

Asegúrate de observar una apropiada distancia entre plantas cuando siembres. En función del tamaño de la copa del árbol, la distancia no debe ser inferior a 3 metros. Nuestro mantillo hortícola especial es ideal para plantar. Contiene todos los elementos nutritivos importantes que permiten alimentar al árbol durante 12 semanas. Además, los componentes de dicho mantillo aumentan la estabilidad de las plantas y favorecen la formación y el crecimiento radicular.

Nuestro consejo

Los perales son plantas autoestériles, es decir, la autopolinización no es posible. El polen de otras variedades de perales resulta indispensable para la fertilización de las flores y, en consecuencia, para la fructificación.

Cuidar adecuadamente

Cuidados de los perales

Riego:

El riego es importante, principalmente en los lugares soleados y calurosos. En caso de los suelos arenosos, siempre que el tiempo atmosférico lo permita, se hace necesario regar abundantemente el peral 1 vez al día después de la plantación. Una vez bien establecido el árbol, puedes reducir la frecuencia de riego.

Fertilización:

Te recomendamos utilizar un fertilizante de liberación sostenida para conseguir una fertilización óptima. Una sola fertilización permite proporcionar a los perales todos los oligoelementos y nutrientes esenciales durante 6 meses, con un efecto positivo en la floración y la fructificación.

Poda de verano:

Una poda estival puede detener el crecimiento de los perales. Acorta los brotes terminales de las ramas precoces y despeja la copa en otoño o en septiembre.

Poda de entresaca:

Es necesario realizar una entresaca o aclareo de las ramas primarias demasiado densas para favorecer una penetración más profunda de la luz, de manera que llegue al centro del árbol y a los frutos. Además, la entresaca permite que las hojas se sequen más rápidamente después de la lluvia, lo que refuerza significativamente la resistencia del árbol a las infecciones causadas por hongos u otros parásitos filamentosos (enfermedades criptogámicas). Finales de febrero o principios de marzo suponen buenos periodos, ya que ya no hay riesgo de heladas.

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