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Características

La hiedra común

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Cuidados

Riego:
Medio
Luz:
nivel de sombra medio/Nublado
Esfuerzo de cuidado:
Medio

Periodo de florecimiento

Características

Donde plantar:
Parterres, macizos, balcón, terraza
Altura planta:
Hasta 20 m
Color de la flor:
blanco

Plantar adecuadamente

Cultivo de la hiedra común

Espacio destinado a su cultivo:

La hiedra común (Hedera helix) se puede propagar espectacularmente y desarrollar tallos de hasta 20 m de largo. Por lo tanto, la elección de un buen lugar es crucial, ya que una vez que la planta haya trepado por una fachada, será muy difícil desprender sus raíces trepadoras. La hiedra común prefiere los lugares sombreados o semisombreados. Escoge un lugar fresco y resguardado de los rayos solares directos. Sin embargo, es igualmente posible cultivar la hiedra común en una maceta en un balcón o en una terraza e, incluso, como una planta de interior. Al contrario de una hiedra común plantada en suelo firme, se hace necesario un lugar claro para cultivarla como planta de interior. Pero también se aplica la misma regla en este caso: se debe evitar cualquier exposición a la radiación solar directa. La mejor opción es un lugar atemperado a una temperatura ambiente de 18 ºC como máximo en verano y a 10 ºC como mínimo en invierno. Las plantas de interior no son resistentes a las atmósferas secas que favorecen la infestación por araña roja.

Colocación de las plantas:

La hiedra común se puede plantar todo el año. No obstante, la primavera y el otoño entrañan el mejor momento para plantar la hiedra al aire libre, ya que el suelo se seca más lentamente. La hiedra común prefiere los suelos calcáreos bien aireados contentivos de humus rico en nutrientes. Para plantarla en cajas pequeñas o como planta de interior, utiliza un sustrato para plantas verdes y palmeras para garantizar un buen desarrollo. Es necesario, sea cual sea el caso, regar bien las plantas antes de plantarlas.

Cuidar adecuadamente

Cuidados de la hiedra común

Riego:

Una vez plantada, la hiedra común se debe regar regularmente, de manera de mantener la humedad del suelo. Tras un buen comienzo, es necesario asegurarse de que no corra el riesgo de secarse completamente al sol. Las hiedras cultivadas en cajoneras de cultivo o en macetas en un balcón, una terraza o en interiores se deben regar moderadamente y a intervalos regulares. La hiedra común no es resistente al desecamiento de sus raíces ni al anegamiento de forma continuada.

Fertilización:

Para garantizar un aporte suficiente de nutrientes, abona los suelos pobres incorporándoles compost y nuestro fertilizante de liberación sostenida para coníferas. Para las plantas en macetas —ya sea en interiores o en terrazas— te aconsejamos fertilizar regularmente con nuestro fertilizante para plantas verdes y palmeras. Aplica este fertilizante diluido con el agua de riego con una frecuencia de dos veces por semana. Mientras transcurre el invierno, hay que abstenerse de fertilizar durante unas seis u ocho semanas.

Poda:

La hiedra común crece relativamente lento durante los primeros años, por lo que no es necesario podar para mantenerla o darle forma durante dicho periodo. No obstante, después de algún tiempo, la hiedra común tiende a crecer en todas direcciones. Si eso ocurriera, la poda se hace obligatoria. De lo contrario, se propagará de forma incontrolada y será muy difícil eliminarla. Julio y agosto suponen los mejores meses para podar la hiedra común con el objetivo de darle forma, siempre que el tiempo esté fresco y nuboso. En el caso de las hiedras viejas, puede ser necesario realizar una poda suplementaria en octubre o en abril. Únicamente el periodo de reposo vegetativo es propicio para una poda completa.

Medidas que adoptar en invierno:

La hiedra común puede pasar el invierno en el jardín sin que esto le suponga ningún problema, por lo que no hay que tomar ninguna medida específica. Sin embargo, aquellas plantas en macetas o en cajoneras de cultivos en el exterior deben pasar el invierno protegidas de la radiación solar intensa. Es el caso particular de las plantas jóvenes. Además, el riego debe restringirse al estrictamente necesario para evitar que la tierra se seque, prestando atención de nunca regar durante las heladas.

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La hiedra común es venenosa. Todas las partes de la planta son tóxicas. A una edad avanzada, la hiedra común produce bayas singularmente tóxicas.

Productos para el cuidado de la hiedra común

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